LinkedIn cambió. Ya no es ese lugar acartonado donde solo se hablaba de logros, ascensos y KPIs. Hoy, en medio de publicaciones sobre crecimiento profesional, aparecen historias personales, confesiones vulnerables y hasta memes corporativos.
¿Se volvió informal? Sí. ¿Eso está mal? Para nada.
Esta transformación está redefiniendo lo que significa ser profesional en el mundo digital. LinkedIn ya no es solo para mostrar tu mejor versión… también es un espacio donde ser auténtico tiene más valor que ser perfecto.
¿Qué está pasando con LinkedIn?
Durante años, LinkedIn mantuvo un tono sobrio y casi institucional. Pero las reglas del juego han cambiado. Cada vez más usuarios están apostando por contenidos más cercanos, emocionales y narrativos. El storytelling, los aprendizajes personales y los posts tipo “te cuento lo que me pasó” están dominando los feeds.
¿Por qué? Porque el mundo laboral también cambió:
- Lo profesional y lo personal ya no están tan separados.
- Valoramos más lo humano que lo impecable.
- Nos cansamos de los discursos vacíos y buscamos historias reales.

El auge del contenido emocional en un espacio profesional
En vez de solo compartir logros, ahora se habla de fracasos, dudas, burnout, maternidad, migración, ansiedad, propósito, gratitud… Todo eso tiene lugar en un LinkedIn que, sin perder su esencia, se ha vuelto más humano.
Y lejos de restar valor, esta tendencia suma:
- Genera conexión genuina con otros profesionales.
- Fortalece marcas personales desde la autenticidad.
- Aumenta el engagement (porque lo real se comparte más).
- Rompe el molde del contenido frío y corporativo.
¿Está mal volverse “informal” en LinkedIn?
No. Lo que está mal es forzar un tono que ya no conecta. Hoy, la informalidad no implica falta de profesionalismo. Implica cercanía.
De hecho, lo que más funciona en esta nueva etapa de LinkedIn es:
- Hablar en primera persona.
- Contar experiencias reales.
- Usar un lenguaje simple, directo y cálido.
- Evitar el “modo LinkedIn”: ese tono artificial que suena a discurso motivacional sin alma.
Cómo aprovechar esta tendencia sin perder foco profesional
- Sé tú mismo, pero con estrategia. Muestra tu historia, tus valores y tus aprendizajes, pero siempre vinculándolos con tu campo de acción.
- Habla como le hablarías a un colega, no a un jurado.
Natural, sin adornos innecesarios. - Comparte más que logros: cuenta el proceso, las dudas, los errores, lo que aprendiste.
- Crea comunidad: responde comentarios, celebra los logros ajenos, participa con honestidad.
LinkedIn ya no es solo un CV digital con posteos en tono neutro. Se ha convertido en un espacio vivo, conversacional y emocional donde ser uno mismo ya no solo está permitido… está bien visto. Y eso, en un mundo donde lo humano es lo más valioso, no solo es bueno: es necesario.



